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Una opción interesante que te da más movilidad con los programas es instalarlos en un directorio local (en el disco duro del PC) que esté compartido en la nube, es decir, en por ejemplo, el directorio sincronizado en la nube de Dropbox u otros servicios similares.

Con esto logramos que al trabajar, por ejemplo, en ese equipo, automáticamente se guardará en la nube los cambios, de tal forma, que si luego accedemos a esos datos desde, por ejemplo un portátil, se trabaje con esos datos que a su vez, se sincronizarán con los datos locales al realizar cambios, por lo que siempre tendremos la información actualizada y disponible simplemente accediendo a ellos en esa carpeta compartida y sincronizada en la red.  

La idea es tener instalado el programa en la carpeta de Dropbox (o similares) y acceder a él, desde cualquier equipo, garantizando así que siempre estarán los datos sincronizados entre distintos equipos.  

Es una opción mucho más cómoda y segura que llevarlo en una memoria USB.

La única limitación estará en que no se podrá utilizar el programa en varios equipos al mismo tiempo, ya que el programa no es multipuesto.